LOS SIETE
FACTORES CAPITALES DE LA “TORMENTA PERFECTA”
❶
En
el mundo anglófono el concepto de “la
tormenta perfecta” se refiere a una tempestad especialmente devastadora –
de la magnitud de un huracán colosal o de un tornado tremendo – que surge de
una extraordinaria, impredecible e imparable, interacción de factores
meteorológicos adversos. En términos económicos, se emplea esa expresión con
respecto a un estado particularmente catastrófico que surge como resultado de
la confluencia de causas tanto negativas como impredecibles e imparables.
Hoy
en día podemos encontrar otra aplicación del término. Una tormenta perfecta se avecina para el mundo latino a nivel global,
una catástrofe que se presenta en la concurrencia crítica de Siete Factores Capitales
que describiré a continuación. Al igual que en cualquier gran evento tormentoso
los efectos colaterales de esa tormenta perfecta, dada la interdependencia de
la Ecología Socioeconómica Global, serán devastadores, pero no solamente para
los países latinos, o para los EUA, si no con plena certeza para el mundo
entero.
Ante
estas condiciones correspondientes a una “tormenta perfecta” que amenaza tener efectos
catastróficos para nuestra cultura y civilización, tenemos la opción, por ahora, de rápidamente reconocer la
verdad y de transformarnos, de
convertirnos en una cultura eficiente, adaptada a las exigencias del ecosistema
competitivo en el que hasta ahora hemos encajado como mula, como mano de obra
barata, como seres desechables – o de auto-consignarnos y condenarnos a que
toda Latinoamérica, todo el pueblo hispano, se convierta o bien en una
repetición modernizada de los Morioris (o de los Apache, o de los Yaqui, o de
los Aztecas, o de los Palestinos), o en una versión extendida de Ciudad Juárez.
❷
Los
EUA y la población nacional e internacional hispana gozan de una relación algo
insólita en la historia y actualidad del mundo. Para comenzar, los EUA es la
única superpotencia del planeta que comparte 3,200 km de frontera con un país
tercermundista – con un país cuyo índice de pobreza es aproximadamente un
45.5% de la población. Como consecuencia
es natural que exista un flujo continuo de inmigración ilegal de mexicanos (y
de otros países de Latinoamérica, sobre todo de Centroamérica) huyendo de la
desesperación de la pobreza en busca del sueño americano. De hecho, para
completar un poco más el panorama socioeconómico y político mexicano,
consideremos que el “80% de la población” o bien es “pobre” o está “en riesgo
de serlo”:
Según el reporte Medición de la Pobreza presentado ayer por
el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(CONEVAL), el 45.5% de los mexicanos son pobres y 40.7 millones más (es decir
34.7%) son vulnerables y podrían caer en pobreza, ya sea por tener ingresos
bajos o por no tener acceso a la educación, salud, vivienda o seguridad social.[i]
Es
ampliamente reconocido que históricamente los EUA se han beneficiado
económicamente del estado de pobreza de los países latinos, siendo, por
ejemplo, la mano de obra barata (e ilegal) mexicana fundamental para la
prosperidad de la industria agrícola de estados fronterizos como California y
Arizona. Los EUA, adoptando, adaptando y modernizando el modelo histórico de
colonización europea, se han beneficiado económicamente tanto de la proximidad
de países tercermundistas en su esfera de influencia geopolítica como de
“comunidades tercermundistas” – guetos latinos y afroamericanos – dentro de sus
propias fronteras.
No
obstante, dos fenómenos colosales con
respecto a la población latina y latinoamericana han originado un proceso de
cambio crítico a la futura estabilidad socioeconómica y política de la última
superpotencia del planeta. El primer
fenómeno es el cambio demográfico en la sociedad americana misma, donde la
población latina, según el censo del 1 de julio del 2013 alcanzó los 54
millones representando un 17% de la población americana, convirtiendo a “las
personas de origen hispano en la más grande minoría étnica o racial de la
nación”; y de acuerdo a los proyectados índices de aumento poblacional latino,
la “población hispana proyectada para los Estados Unidos en el año 2060” será
de 128 millones de habitantes y “los hispanos constituirán el 31 por ciento de
la población del país para esa fecha.”[ii]
El segundo
fenómeno ya fue aludido anteriormente: el fenómeno de la formación del
mercado tremendamente lucrativo de la droga ilícita que ha creado oportunidades
económicas anteriormente inimaginables e inalcanzables para las comunidades
hispanas – tanto dentro como fuera de los EUA. Anteriormente condenados a una
miseria interminable – por un ciclo vicioso de condiciones políticas,
socioeconómicas y faltas de capital cultural y de capital cultural competitivo
– el mercado internacional de las drogas ilícitas ha creado oportunidades
económicas ideales para explotar precisamente las lamentables condiciones decadentes
características de la Hispanidad. La confluencia de las condiciones sociales,
económicas y políticas en Latinoamérica, junto con el estado de decaimiento de
la cultura, ha causado devastaciones siniestras no solamente entre sus propias
comunidades, sino entre las comunidades hispanas dentro de la superpotencia
americana.
La
problemática de la interacción de los “dos fenómenos colosales” es tan trágica como lo es
potencialmente explosiva, y las consecuencias previsibles pudieran llegar a ser
hasta comparables, cualitativamente
(de la naturaleza de la tensión) al menos, a la situación de crisis entre el
estado de Israel y la población Palestina y musulmana en general. Cuantitativamente hablando, es decir, en
términos de la magnitud de la crisis, el impacto potencial es mucho mayor a la
situación entre israelitas y palestinos puesto que las cantidades de personas
afectadas es muy superior, la extensión geopolítica impactada sería mucho más
extensa, y los recursos de ambos bandos son inmensamente superiores (el
gobierno de los EUA y los cárteles del narco). No se puede comparar la
capacidad destructiva de los EUA con el de Israel, ni tampoco se pueden
comparar los escasos recursos de los palestinos con los recursos – económicos,
políticos, sociales – prácticamente inagotables obtenidos del negocio del
narcotráfico. El compromiso implacable del gobierno estadounidense a la guerra
contra el narco solamente ha servido para afianzar y ahondar la gravedad y la
extensión de esta crisis.
❸
De
acuerdo con el planteamiento anterior podemos representar la amenaza hispana a
los EUA, y por ende al mundo entero, en términos de Siete Factores Capitales divididos en tres categorías (Factores Internos, Factores Externos, y Factores
Internos-Externos) interdependientes e interrelacionadas:
FACTORES CAPITALES INTERNOS A LOS EUA:
1.
Creciente población hispana con bajo capital cultural: El creciente número de hispanos
junto con su característico patrón de altísimos índices de criminalidad, bajo
rendimiento académico, y alto porcentaje de pobreza, asegura la decadencia
socioeconómica de la sociedad americana en cuestión de dos o tres generaciones
ofrece oportunidades ilimitadas de reclutamiento para las bandas criminales
locales y transnacionales (como los MS-13), y también para los cárteles
internacionales del narcotráfico, los cuales, como veremos en mayor detalle más
adelante en esta serie, ya llevan años reclutando adolescentes como soldados y
sicarios en el lado estadounidense de la frontera.[iii]
2.
Bajo índice de aculturación entre la población hispana: La población hispana en lo EUA se
caracteriza por traer de su país de origen los mismos valores culturales y
costumbres (incluyendo el lenguaje, claro) del país que dejaron atrás sin darse
cuenta de que esos mismos valores culturales son responsables por las
condiciones que los motivaron – u obligaron – a emigrar. La manutención del lenguaje
es uno de los mayores obstáculos a la absorción de los valores competitivos – y
de la cosmovisión – de la cultura americana, mejor adaptada al Ecosistema Socioeconómico
Global que aquella proveniente del Tercer Mundo. Otro obstáculo a la
aculturación de la población hispana es el influjo constante de inmigrantes (mucha
de ella ilegal) desde el exterior (países latinoamericanos, sobre todo de
México). La preservación del lenguaje, junto con el contacto constante de
miembros de la cultura del país de origen o recién llegados del mismo,
interfiere, según expertos[iv],
con la adopción e incorporación entre los hispanos de los valores y principios
competitivos y emprendedores propios de la cultura angloamericana. El flujo
regular de hispanos desde Latinoamérica asegura que los valores y principios
tercermundistas sigan vigentes entre la población de hispanos en los EUA
impidiendo que ésta aporte positivamente en la medida similar a otras culturas,
como la japonesa, la judía, la alemana, o la china, contribuyendo a asegurar
que la comunidad hispana en los EUA represente una buena parte del “Tercer
Mundo en el Primero”.
[i] Mariana
León e Ixel González, El Universal,
martes 30 de julio de 2013. http://www.eluniversal.com.mx/primera-plana/2013/impreso/80-de-la-poblacion-pobre-o-en-riesgo-de-serlo-coneval-42648.html
[ii] “Hispanic Americans By the Numbers”, por la “U.S. Census Bureau”, 1 de
julio 2013. http://www.infoplease.com/spot/hhmcensus1.html
[iii] Ej.:
“Mexican drug cartels recruiting teens, Texas officials say”, por Nick
Valencia, CNN, Viernes 14 de octubre, 2011, http://www.cnn.com/2011/10/14/us/texas-mexican-cartels/. Activado
por última vez el 31 de octubre, 2014.
[iv] Ej.: “Jews, Confucians, and Protestants. Cultural Capital and the End
of Multiculturalism” (2013), Lawrence E. Harrison, Rowman & Littlefield
Publishers, Reino Unido.